Asteroide 2009 FJ1, 2021. Las personas estamos acostumbradas a aceptar la existencia inexplicable de eventos que no podemos comprender. El espacio es hoy, para la sociedad en general y para aquellos estudiosos de la ciencia un lugar imposible de explorar completamente. El conocimiento aún no ha desarrollado una base que comprende el espacio exterior en su total magnitud y sus límites indefinidos. ¿Cómo nos relacionamos con la grieta entre el conocimiento y la suposición? ¿Cómo hacer de la causalidad y el progreso científico parte del cotidiano?
La iniciativa surge a partir de la lectura del último comunicado de la NASA expuesto en un texto informativo local encontrado en internet: “El asteroide 2009 FJ1 impactará en la Tierra el 6 de mayo de 2022”. Interesante manera de exponer, para muchos, el peor pronóstico jamás esperado por la humanidad. Titular que hemos visto repetirse a lo largo de los años y del que no todos nos detenemos a ver el grado de profundidad o relevancia del acontecimiento. ¿Por qué? Tal vez porque no entendemos la naturaleza de esa disciplina científica, y por lo tanto no analizamos la información expuesta; porque obviamos la incertidumbre del futuro; porque ya no confiamos en lo que dicen los diarios; porque simplemente ya nada nos sorprende; porque hay problemas humanitarios mucho más importantes, o porque dudamos de la posibilidad de que el hecho realmente ocurra. No sabemos si existe una garantía de veracidad.
Asteroid
2009 FJ1,
2021. People are used to accepting the
inexplicable existence of events that we cannot understand. Space is today, for
society in general and for those who study science, a place that's impossible
to explore completely. Knowledge has not yet understood outer space in its full
magnitude and its indefinite limits. How do we relate to the gap between
knowledge and assumption? How do scientific causality and progress become part
of our daily lives?
The initiative arises after NASA's latest statement exposed
in a journalistic text found on the internet: "Asteroid 2009 FJ1 will hit
Earth on May 6, 2022". It's an
interesting way to announce the worst forecast ever expected by humanity. We
have seen such headlines multiple times across the years and have not really
stopped to think about their importance. Why? Perhaps because we do not
understand the nature of this scientific discipline, and therefore we do not
analyze the information presented; because we ignore the uncertainty of the
future; because we no longer trust what the newspapers say. Maybe simply
nothing surprises us anymore. There may be much more important humanitarian
problems, or we just doubt these kind of events could actually happen. We do
not know if there is a guarantee of veracity.